Es una inflamación e infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes.
Causas:
- Ocurre cuando la inflamación o la infección de las encías (gingivitis) se deja que avanse sin tratamiento.
- La infección e inflamación se diseminan desde las encías (gingiva) hasta los ligamentos y el hueso que sirven de soporte a los dientes.
- Pérdida de soporte hace que los dientes se aflojen y finalmente se caigan.
- La placa y sarro se acumulan en la base de los dientes.
Síntomas:
- Mal aliento.
- Encías que presentan un color rojo brillante o rojo purpúreo
- Encías que tienen aspecto brillante
- Encías que sangran con facilidad.
- Encías que pueden ser sensibles al tacto, pero por lo demás no duelen.
- Dientes flojos.
- Encías inflamadas.
Posibles complicaciones:
- Infección o abscesos del tejido blando.
- Infección de los huesos de la mandíbula.
- Absceso dental.
- Pérdida de un diente.
- Dientes se tuercen o mueven.
Tratamiento:
Reducir la inflamación, eliminar "bolsas" en las encías y tratar cualquier causa subyacente de la enfermedad periodontal.
Se deben reparar las superficies ásperas de los dientes o los aparatos dentales.
Es importante hacerse una limpieza dental completa que puede involucrar el uso de diversos instrumentos o aparatos para aflojar, remover la placa y sarro de los dientes.
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